Café Turco, ritos y curiosidades
La planta del café llegó a Anatolia desde Yemen, Medio Oriente en el siglo XV, a pesar de su origen se hizo famoso como “café turco”.
El Gobernador de Yemen, Pasha Özdemir, trajo el café de Yemen a Estambul. Al sultan otomano le gustó tanto este café que inmediatamente fueron encargadas 40 personas para su preparación. En turco café se dice “kahve” y la persona que encabezaba este equipo se llamaba “kahvecibaşı”. También a las concubinas se les enseñaba cómo preparar el café turco para complacer al sultán y sus invitados.
Las primeras cafeterías se abrieron en 1554 en Tahtakale, Estambul.
Comenzó una nueva vida social, cultural y política al abrirse las cafeterías. Aunque hoy en día estas cafeterías no siguen cumpliendo con esa misión.
Gracias a los comerciantes, viajeros y embajadores otomanos la fama del café turco llegó hasta Europa y de allí a todo el mundo.
Preparar café, tomar café y ofrecerlo forman una importante parte de la cultura turca.
El motivo por el que este café se llama “café turco” se origina en la manera de prepararlo. Por lo cual se crearon rituales sobre la preparación del café y su ofrecimiento.
¿Cómo se hace el café turco?
Cada paso en relación con su preparación se efectúa realmente como un ritual: desde la elección de la cafetera turca de cobre o Cezve, el coger de la exacta cantidad de agua, el tomar dos cucharas de café por taza, la agregación de azúcar según gusto, la preparación del café a fuego lento, el intentar que tenga mucha espuma, el repartir la espuma de manera igualada a cada taza y por fin verter el café lentamente en las pequeñas tazas típicas para el café turco.
En las cafeterías más tradicionales se lo prepara en grandes sartenes con arena caliente, se coloca en ellas el cezve con el café que se va cocinando lentamente hasta casi hervir.
Las pequeñas tazas de porcelana donde se sirve pueden tener asa o no. Cuando las tazas son sin asa se ofrecen con portavasos llamados “zarf”, de metal y hasta de oro y plata para los sultanes. Estos portavasos son realmente piezas de arte.
El café se suele ofrecer junto con un vaso de agua y el típico dulce turco “lokum”, conocido como la “delicia turca”. Lo más característico del café turco es que su sabor exquisito se queda durante un largo tiempo en la boca.
Costumbres y curiosidades
En turco existen muchos proverbios y expresiones en relación con el café y también se lo menciona mucho en los poemas y canciones populares.
El café con azúcar se llama “café de mujer” y el sin azúcar se llama “café de hombre”. El “café negro” es uno más fuerte que se ofrece en una taza más grande. El “café de la mañana” es el que se toma entre las 10 y 12 horas durante una charla entre mujeres.
Se ofrece café al novio y su familia cuando van a la casa de la novia para pedir su mano al padre. En esta situación la novia es quien prepara y ofrece el café turco. Es costumbre ponerle sal en vez de azúcar en el café del novio, para ponerlo a prueba. Si el novio lo toma indica que será paciente y tolerante con la esposa. Si no lo toma y dice que tiene sal, será un esposo brusco e insoportable.
El café y la adivinación del futuro
En las reuniones de charla entre mujeres se suele dar vuelta a la taza de café con la intención de leer el pozo del café para adivinar el futuro.
El café turco siempre deja un pozo en el fondo de la taza. Y esta parte es la que se interpreta para adivinar el futuro, de acuerdo a las formas diferentes que aparecen. Primero hace falta esperar un poquito para que se enfríe la taza. Es muy común en la región de Anatolia interpretar el pozo del café.
Esto se hace tanto por aficionados como también por profesionales. Los que interpretan el pozo del café y lo hacen interpretar suelen decir: “No creas en el pozo de café pero recuérdalo”. Esta expresión revela muy bien la importancia del café turco entre el pueblo.
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